Introducción.
El reconocimiento de que los recursos naturales son limitados, el mejor
conocimiento del impacto del modelo de desarrollo en el medio ambiente, las
cada vez más frecuentes crisis de energía, el hecho de tener que satisfacer las
necesidades básicas de una población creciente, las exigencias cada vez mayores
de productos de mejor calidad fabricados con procesos más eficientes al mínimo
costo ambiental posible, la globalización de la economía y los espectaculares
avances científicos y tecnológicos alcanzados en los últimos años, se
encuentran entre los acontecimientos que obligan a reflexionar, sobre la
relación de la ciencia y tecnología con las transformaciones tan necesarias en
el país.
En El Salvador como en muchos otros países, el aumento de la extrema pobreza,
la visible deforestación, la erosión de las tierras, la erosión genética, la
contaminación de los ríos, la alta dependencia de las fluctuaciones de los
precios en el mercado internacional de los productos tradicionales de
exportación, la falta de competitividad de los productos e industrias
salvadoreños y el limitado suministro de energía, pueden contabilizarse entre
los factores que obligan a considerar urgentemente, la formulación de una
política de ciencia y tecnología que establezca el marco global de aplicación
de los avances tecnológicos necesarios para resolver los problemas prioritarios
del país, con una perspectiva que no solo considere medidas a corto plazo, sino
que con igual importancia, medidas a mediano y largo plazo, asegurando la preservación
del medio ambiente natural que sustenta la existencia humana. En esta
dirección, las universidades juegan un papel de suma importancia,
particularmente la UCA asume el reto de contribuir al desarrollo en ciencia y
tecnología del país desde su visión particular que se describe en las secciones
que siguen.
Es importante aclarar, sin embargo, que la complejidad del marco conceptual que
debe guiar la planificación en ciencia y tecnología de un país, debe ser un
esfuerzo de todos los sectores que componen la sociedad. En este documento se
presentan algunas reflexiones desde un punto de vista universitario, que
obviamente requieren de mayor discusión y ampliación.
Ciencia y Tecnología como instrumentos.
Evidencias arqueológicas encontradas en un valle árido en África, prueban que
hace dos millones de años existió en ese lugar, un lago en donde desembocaban
los ríos formados en la cadena volcánica que rodeaba el valle. Los recursos
existentes permitieron la coexistencia de dos de las más importantes culturas
de la edad de piedra a la orilla del lago. La más vieja de ellas utilizaba
herramientas rudimentarias, mientras que la otra se caracterizó por el uso de
tecnología más diversificada y sofisticada, siendo sorprendente que durante más
de medio millón de años, no hubiera transferencia de estos instrumentos
tecnológicos. Después de este período, la situación cambió por razones
desconocidas, aunque es posible inferir que una de las principales causas fue
el agotamiento de los recursos debido a cambios climáticos o al aumento de la
población de una de las culturas. En todo caso, la cultura con los
elementos tecnológicos más avanzados predominó y tomó las orillas del
lago.
En la historia de la humanidad, éste es solo uno de los ejemplos que muestran
la compleja interrelación existente entre la tecnología y la transformación de
las sociedades. De hecho, a partir de la llamada "revolución
industrial", estos ejemplos han sido cada vez más frecuentes y de un mayor
alcance. Particularmente en El Salvador, puede mencionarse entre los ejemplos
más evidentes, el descubrimiento de la síntesis del colorante contenido en la
planta del añil, a partir de recursos fósiles. Esto trajo como consecuencia, el
cambio del añil al café como principal producto de exportación, con todas las
transformaciones sociales y económicas asociadas a ese cambio.
De la misma manera pueden ser mencionados muchos ejemplos en los cuales,
descubrimientos científicos han causado importantes transformaciones en la
sociedad. A medida que estos avances científicos son convertidos cada vez con
mayor frecuencia y en un menor intervalo de tiempo en tecnologías para producir
un bien o servicio a partir de recursos naturales, se puede afirmar que el
impacto de la ciencia y la tecnología como uno de los factores determinantes en
la transformación de las sociedades, ha sido, y será, más evidente e importante.
En este marco, puede mencionarse que el Club de Roma en su informe "La
revolución global", considera a la ciencia y a la tecnología, junto con la
educación y los medios de comunicación, como los instrumentos con que cuenta la
humanidad para enfrentar los gigantescos problemas ecológicos, alimentarios,
energéticos y de salud con que se ve confrontada y que, paradójicamente, han
sido causados frecuentemente por la implementación de avances científicos y
tecnológicos, las que en su momento se consideraron parte de la solución de
problemas específicos. De hecho, el papel de la ciencia y la tecnología como
factores determinantes en la configuración de los procesos económicos, es
reconocido actualmente por la mayoría de sectores y ambos han dejado de considerarse
factores exógenos a dichos procesos. El problema es que la introducción a una
tecnología puede causar cambios irreversibles en el medio ambiente natural que
sustenta la vida humana, por lo que muchas instituciones dedicadas a la
protección del medio ambiente mantienen posiciones en contra del uso de
cualquier tecnología. Es claro, sin embargo, que la renuncia absoluta al uso de
toda tecnología implicaría, entre otras cosas, la renuncia a la concepción
antropocentrista de la naturaleza y, por lo tanto, la renuncia a la
conservación y alargamiento de la vida a través de avances tecnológicos. Dado
que esta posición no se considera realista, la pregunta a discutirse no es si
la tecnología debe o no ser utilizada, sino más bien, qué tipo de tecnología, cuándo
y cómo debe ser implementada.
La aplicación de las llamadas tecnologías de punta, han intensificado aún más,
la discusión sobre la estrecha relación que existe entre la ciencia, la
tecnología y el desarrollo económico y social. Por un lado, se ha planteado que
estas tecnologías de avanzada podrían aumentar las diferencias existentes entre
los países industrializados y los no industrializados, mientras que por otro
lado, son vistas por muchos, como una oportunidad para los países pobres de
alcanzar un nivel de bienestar aceptable en un intervalo de tiempo
relativamente corto.
De estas tecnologías de punta, quizás las que más han llamado la atención por
el impacto que pueden tener, son las basadas en la microelectrónica y las
llamadas "nuevas" biotecnologías. El impacto de las primeras en los
países poco industrializados es aún contradictorio, pues si bien aumenta la
eficiencia de los procesos productivos, su utilización se ha concretado en los
países industrializados, en donde ha contribuido con que la mano de obra sea
cada vez una parte menos importante de los costos de producción, lo que podría
inducir a las empresas a retransferir la producción que se efectúa en el
extranjero a sus países de origen. El aumento de la eficiencia de los procesos
y la mejora en la calidad de los productos obtenidos a relativamente bajo
costo, somete además a los países menos industrializados a una gran presión que
los obliga a la modernización de sus propias estructuras productivas para poder
mantener su viabilidad económica.
La Biotecnología por su parte, puede tener un impacto significativo, sobre todo
en aquellos países en donde las actividades agrícolas son aún las dominantes,
dado que la materia prima de muchos de los procesos de transformación
biotecnológica proviene directa o indirectamente de los recursos agrícolas.
Muchas de las investigaciones en biotecnología son además, relativamente
baratas y pueden adaptarse fácilmente a las necesidades de cada región o país.
Por otro lado, la aplicación de procesos biotecnológicos en los países
industrializados tiene en muchas ocasiones consecuencias directas sobre los
países menos industrializados, ya que hacen a aquellos, menos dependientes de
las materias primas producidas por éstos, como ha sido el caso de la producción
de edulcorantes sustitutos del azúcar de caña. Los espectaculares avances en
Ingeniería Genética, la producción de anticuerpos monoclonales mediante el
cultivo de tejidos animales, el acelerado y creciente conocimiento en las
biotransformaciones, de la biología molecular y de otras ciencias básicas,
aumentan aún más las expectativas sobre el potencial de aplicación de las
biotecnologías en la solución de problemas ambientales, de alimentación, de
salud, de energía y de un aprovechamiento más eficiente de los recursos
naturales renovables.
Planeación de Ciencia y Tecnología en
El Salvador
El desarrollo económico y tecnológico en los países del llamado "tercer
mundo" ha sido, especialmente desde la década de los años 30, un proceso
de imitación de lo que países industrializados han establecido como el modelo a
seguir. Con un tiempo de atraso considerable han sido, y siguen siendo,
implementados aquellos avances tecnológicos que usualmente están ligados con el
patrón de consumo de las grandes clases medias de los países industrializados.
Si bien la discusión de esta situación ha sido caracterizada por la
participación de corrientes ideológicas contrarias, el hecho es de que
independientemente de la corriente de pensamiento con que se analice,
actualmente los defectos de este modelo de desarrollo tecnológico y económico
son más visibles que nunca. Así por ejemplo las condiciones de vida del
hemisferio sur han empeorado sensiblemente con el aumento, en términos
absolutos y relativos, de la extrema pobreza y de todos los problemas asociados
con ella, incluyendo en países en donde ha habido un considerable crecimiento
económico. El acelerado deterioro del medio ambiente, el descontrolado
crecimiento de los centros urbanos, la falta de empleo digno y la alta dependencia
tecnológica, son otras de las manifestaciones de los defectos del modelo
imitativo que se ha seguido.
En este contexto, es que la incorporación de El Salvador al campo científico y
tecnológico que contribuya a la consecución de un bienestar digno, en el marco
de un proceso de desarrollo sustentable teniendo en cuenta las necesidades
prioritarias del país, y para que sea efectiva debe ser ejecutada dentro de un
marco más amplio, que considere la estrecha interrelación entre tecnología y
sociedad.
Aunque ya en la década de los 60 y 70 se generó un movimiento en América Latina
orientado a institucionalizar las actividades científicas y tecnológicas, en El
Salvador, ha sido sólo recientemente reconocida, por los sectores del más alto
nivel político, la importancia del papel que les corresponde en la
configuración de un proceso de desarrollo sostenido.
Esta situación se ha manifestado en los acuerdos tomados en materia de ciencia
y tecnología por cada cumbre presidencial de Centroamérica y Panamá que se ha
llevado a cabo desde la definición del Programa de Acción Económico para
Centroamérica (PAECA) que llevó a la aprobación de una política Regional de
ciencia y Tecnología.
Ante la falta de un organismo que coordinara el desarrollo científico y tecnológico
fue creado en Octubre de 1992, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT) como autoridad superior en materia de política científica y
tecnológica, siendo una de sus atribuciones el "formular y dirigir las
políticas y programas nacionales de desarrollo científico y tecnológico
orientados al desarrollo económico y social de la República". En el marco
de lo anteriormente descrito, es clara la magnitud e importancia de la
responsabilidad del CONACYT en el logro de un desarrollo sostenido que esté
orientado a la conservación de una creciente calidad de vida y posibilidades de
mejoramiento de los sectores más pobres, transformando las estructuras
productivas del país.
El apoyo a la creación de CONACYT se debió en gran medida a las presiones a que
están sometidos actualmente los países tecnológicamente atrasados, ante las
características del comercio internacional, que incluyen la formación de
bloques económicos y la apertura de los mercados a nuevos productos y
servicios. Estas características obligan a la incorporación de innovaciones
tecnológicas que aumenten la competitividad de los productos del país bajo las
normas de calidad exigidas. Sin embargo, una política de Ciencia y Tecnología
no debería tener como fin último el aumento de competitividad considerada
aisladamente, sino más bien como una de las etapas necesarias para la
consecución del bienestar de la población dentro del marco de un desarrollo
sustentable o sostenible.
La reflexión sobre los conocimientos e innovaciones científicas y tecnológicas
que permitirán en El Salvador alcanzar un desarrollo sustentable, requiere
también una reflexión de lo que se concibe como tal. En este sentido, el mejor
conocimiento de la relación entre el uso de la tecnología, el medio ambiente, y
el proceso económico ha llevado al reconocimiento de que cualquiera que sea la
concepción de desarrollo, implica la transformación progresiva del medio
ambiente natural en un medio ambiente artificial. Durante esta transformación
se crean bienes y servicios que contribuyen al "bienestar" de la
población humana. Esta transformación afecta la capacidad del medio ambiente
natural en la sustentación del desarrollo, de tal manera que a mayor grado de
transformación del medio ambiente natural, más difícil su conservación y recuperación,
y más difícil sustentar un desarrollo.
En cuanto a lo que se concibe como desarrollo sustentable, la WCED de las
Naciones Unidas ("World Commission on environment and Development")
lo definió como "La satisfacción de las necesidades actuales sin
comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer las
suyas". Aunque la definición deja muchas interrogantes, es claro que
implica límites en el desarrollo, que si bien no son absolutos, deben ajustarse
a lo que es el estado actual de la tecnología, la realidad social, los recursos
naturales disponibles y la habilidad de la naturaleza para absorber los efectos
de la actividad humana. La definición implica además reinvertir en el medio
ambiente natural para asegurar su conservación, su recuperación y su
conocimiento para poder sustentar el desarrollo. Implica también un
replanteamiento del concepto de "bienestar humano" que podría
significar una renuncia a muchos de los valores que actualmente se tienen y que
en muchas ocasiones son consecuencia del ya mencionado proceso imitativo de
desarrollo.
Para una mejor comprensión de lo que implica el análisis de estrategias para el
logro de un desarrollo sustentable, la fórmula presentada por Ehrlich &
Holdren en la década de los setenta proporciona un instrumento muy útil. En
dicha fórmula se considera que el impacto de la actividad humana en el medio
ambiente es el producto de tres factores (no independientes entre si).
IMPACTO AMBIENTAL = POBLACIÓN x BIENESTAR x USO
AMBIENTAL
CAPITA
UNIDAD DE BIENESTAR
Si bien esta fórmula se puede considerar simplista para interpretar un fenómeno
tan complejo, proporciona una medida del panorama futuro al que la humanidad se
verá confrontada. En el término población por ejemplo, hay que considerar no
solamente el hecho de que la población mundial en 1900 era de 1.8 mil millones,
actualmente es de alrededor de cinco mil millones, se espera que en el año dos
mil sea 6,2 miles de millones y en el 2025: 8.5 mil millones, con un ritmo de
crecimiento de un millón en un período de 4 a 5 días, sino también el hecho de
la concentración de ésta población alrededor de las grandes ciudades, de los
fenómenos de migración que se dan tanto dentro de un país como entre países y
de otros factores igualmente importantes relacionados con la población y su
comportamiento.
El término bienestar per cápita por ejemplo, una reflexión acerca del cambio o
por lo menos de la revisión de valores actualmente aceptados. Implica entonces
el cuestionamiento del concepto de que "yo soy lo que tengo"; la
búsqueda de la tan ansiada solidaridad; la reflexión acerca de qué grado de
bienestar puede ser duradero; el análisis objetivo, sin pretender alcanzar una
igualdad absoluta, de bajo cuales diferencias entre países ricos y pobres, y
entre ricos y pobres de un mismo país, se puede coexistir
"establemente", etc. También implica el reconocer que las fuerzas del
mercado no pueden ser el único elemento a tomar en cuenta para la toma de decisiones,
pues aunque se reconozca su importancia, debe también entenderse que los cortos
plazos bajo los cuales funcionan hacen perder de vista las consecuencias de
largo plazo, muchas veces irreversibles e irreparables, que una determinada
decisión puede tener.
En lo que respecta al uso ambiental por unidad de bienestar, se puede afirmar
que éste es el factor en donde los avances científicos y tecnológicos pueden
aportar más directamente. Aunque debe recalcarse que por sí solo no puede
asegurar la sustentabilidad. De hecho se ha estimado que este factor debe ser
aumentado entre 20 a 50 veces su valor actual, si se desea mantener el nivel de
vida actual en los próximos 50 años. Aun actualmente la mayor parte de los
procesos de transformación de materias primas en productos de consumo, se
realiza bajo la óptica denominada de "fin de tubería", es decir para
disminuir el impacto ambiental de los desechos y emisiones generadas deben ser
tratadas cuando ya han sido producidas, por supuesto en El Salvador y en otros
países ni siquiera éste es el caso.
Ante el reconocimiento de que los recursos son limitados, se impulsa desde hace
algún tiempo, todo lo que se ha denominado producción o tecnologías limpias,
que se refiere a la utilización de una estrategia ambiental integrada y
preventiva aplicada a los procesos productivos con el objeto de reducir el
riesgo a la salud y el impacto negativo en el medio ambiente. Por supuesto esto
requiere de diagnósticos: Auditorías ambientales, estudios de impacto
ambiental, etc., y de propuestas de solución: reciclaje, uso de otras
tecnologías o procesos, etc. Más ambicioso es el concepto de Ecotecnología que
es una forma de desarrollar y concebir la tecnología encajándola en la ecósfera
y la cultura con el objeto de lograr un beneficio para la humanidad dentro de
los principios ecológicos. Esto implica el uso de materias primas
biorenovables, de productos y desechos biodegradables o por lo menos
reciclables.
Es tomando en cuenta la incidencia que sobre los factores mencionados puede
tener la aplicación de una tecnología, es que puede considerarse si es o no
apropiada para El Salvador. Acá es conveniente aclarar, que el término
"apropiada" no implica exclusivamente las tecnologías de bajo costo,
como era la aceptación general hace algunos años, pues de hecho éstas no son
suficientes para resolver los problemas. Así por ejemplo, la construcción de
estufas más eficientes podrá mejorar la eficiencia en el uso de la leña, pero
no resolver por si sola el problema de la deforestación. Las tecnologías
intermedias y las tecnologías de avanzada pueden ser apropiadas siempre y
cuando optimicen la utilización de los recursos sin afectar irreversible y/o
irremediablemente al medio ambiente natural.
Si bien, mucho de lo planteado anteriormente puede considerarse como
irrealizable o utópico, debe también afirmarse, como lo menciona Wauthion,
"Que la utopía del desarrollo sustentable es el más grande y mayor desafío
que haya conocido el género humano, porque de no lograrla, la población corre
el riesgo de pasar de una crisis de múltiples dimensiones a una serie de
catástrofes inimaginables a escala planetaria". El mismo autor menciona
que crisis no solo significa una situación de peligro, sino que además un estado
de oportunidad para el cambio.
Será a través de la concertación de los diferentes sectores representados en la
Junta Directiva del CONACYT que se deberán tomar las decisiones en cuanto a la
política y programa de ciencia y tecnología, aunque en todo caso lo anteriormente
mencionado debe tomarse en cuenta a la hora de reflexionar sobre la realidad de
Ciencia y Tecnología en El Salvador. Puede desde ya esperarse, sin embargo, que
muchas de las decisiones a tomarse deberán ir dirigidas a fortalecer: a) La
formación de recursos humanos calificados (desde los niveles básicos hasta los
niveles superiores). b) Fortalecer la infraestructura necesaria para formular
políticas y ejecutar programas de ciencia y tecnología, y c) Fortalecer la
vinculación existente entre los sectores que demandan o podrían demandar el
conocimiento tecnológico y los sectores que ofrecen el conocimiento
tecnológico.
Es de esperarse además, que dada la limitada disponibilidad de los recursos, se
tengan que establecer prioridades que determinen las actividades que deben
realizarse a corto, mediano, y largo plazo en base a un mejor conocimiento de
los recursos humanos y físicos, actual y potencialmente disponibles. La
búsqueda de solución de problemas como la seguridad alimentaria, el suministro de
energía, la conservación del medio ambiente natural y el aprovechamiento
eficiente de los recursos naturales con que cuenta El Salvador son elementos
igualmente importantes y no necesariamente independientes entre sí, que
implican la aplicación de avances científicos y tecnológicos, y por lo tanto
deberían considerarse en la formulación de una política de ciencia y tecnología
que pretenda lograr un desarrollo sustentable.
UNA AGENDA DE INVESTIGACIÓN
Hoy más
que nunca es la oportunidad de los docentes y estudiantes de los centros
académicos, de la Universidad de El Salvador (UES), de las universidades
privadas, del CONACYT, y de otros institutos, de la empresa privada y las
diferentes fundaciones, para poder comenzar a discutir la propuesta realizada
por la Comisión Nacional de Educación Ciencia y Desarrollo, que en su capítulo
"Ciencia y tecnología", numeral VI.4, plantea: "Definir una
agenda que priorice y oriente los esfuerzos de investigación".
Proponemos
que se comience a integrar una agenda de investigación para fortalecer la
aplicación de las ciencias sociales, naturales, la ingeniería, la arquitectura
y las áreas tecnológicas; agenda que permita plantear retos para aportar un
diseño de proyecto de crecimiento económico y desarrollo social, tomando en
cuenta la globalización regional y mundial; que además demande nuevos niveles
de exigencia académica a las universidades por la vía de la búsqueda de nuestro
desarrollo y prosperidad.
El
trabajo multidisciplinario debe ser el nuevo enfoque académico de las
universidades y del CONACYT, que permita generar una aproximación a la agenda
nacional prioritaria de los próximos 10 años.
Esto
permitirá acumular una fuerza científica de recursos humanos preparados, que es
un capital social. Este salto permite tener la capacidad de aplicar medidas
técnicas, perfiles, proyectos, para el crecimiento de la producción y la
productividad; incrementar el desarrollo en inversión para potenciar el capital
humano, que es la transformación educativa del país, en los próximos 15 años.
Así como
se habla, sin miedo de la segunda revolución tecnológica, tenemos que plantear
una revolución educativa que beneficie el desarrollo social. Esta agenda
priorizada puede ser utilizada, en un esfuerzo mancomunado de todas la
universidades e institutos, para poder orientar el esfuerzo de investigación
que realizan miles de estudiantes en sus trabajos ex-aulas como monografías y
ensayos de grado al final de sus estudios, los que permitan ser guardados en
las nuevas bibliotecas, a los que puedan acceder estudiantes, docentes e
investigadores que quieran desarrollar y aportar al país.
Esta
acumulación debe ser ocupada como acervo científico-técnico, en función de las
medidas opcionales que se acerquen a un proyecto de nación; todo lo contrario a
la actual situación de ausencia de bibliotecas y no acceso a todas las
investigaciones que se realizan y que se encuentran dispersas.
El
CONACYT debería tener un índice de datos de trabajo diversos, clasificados por
área, centro de acopio, etc., que ahorre esfuerzos dispersos en descubrir el
cielo sin techo, por lo que se necesitan varios foros para poder elaborar este
borrador de agenda nacional prioritaria de la investigación aplicada.
Valga los
ejemplos siguientes para simplificar estas medidas que el Estado salvadoreño
debe apoyar en función de salvar el futuro: En el CENTA, en los últimos años,
se hicieron descubrimientos importantes en el estudio de las semillas y su
resistencia a las plagas y a otros vectores, pero estos semilleros fueron
regalados a alguna universidad extranjera; la Escuela de Biología de la UES
tiene engavetado un programa de educación sobre el medio ambiente; centenares
de ensayos de grado de los miles de graduados de las universidades e institutos,
se engavetan y pierden anualmente
Un
ejemplo base de esta agenda puede ser el menú de la biotecnología aplicada a la
producción de semillas, para la producción nacional de alimentos y para
exportación, agregándole a éste menú, la agroindustria. Ello requiere un
esfuerzo de intercambio, cooperación entre universidades, institutos, centros
de investigación, para darle seguimiento a este eje del esfuerzo investigativo
y de su aplicación.
Se requiere de fondos financieros provenientes del Estado, la empresa privada y
la cooperación externa, que se expresan en una ley secundaria de la República.
Este es un fondo para financiar el desarrollo de los trabajos de los
investigadores de las ciencias aplicadas, desde sociólogos hasta psicólogos,
desde gerentes de empresas hasta biólogos. Este fondo financiero debe aportar a
su vez a la inversión en el desarrollo del capital humano (estudiantes,
docentes, investigadores, técnicos) y así, salvar nuestro futuro.
4 comentarios: